jueves, 28 de noviembre de 2013

Gallos y galleras: Una pasión de cuidado, sangre y apuestas.

Las peleas de gallos existen hace más de 2500 años. Nacieron en Asia y en la india para expandirse por todo el mundo.

En el oriente antioqueño estas prácticas se realizan en veredas, corregimientos y municipios; en su mayoría clandestinos. Estas riñas no miran clases sociales, pues se puede observar desde campesinos hasta grandes empresarios que apuestan entre $10.000 y $5.000.000 y se deleitan observando el combate de los gallos de pelea.






Perceo es alimentado con huevos, avena, cuchuco, carbe, levadura de trigo, maduro, hígado, bienestarina, alverja, alpiste, panela  e inyectado con Ganavitan cada dos días para aumentar su masa corporal, las cuales deben ser pesadas con grameras ya que se debe ser muy exacto en cada porción “igual que un deportista de alto rendimiento” dice Juan David Gómez.
Él tiene 7 meses y se prepara para pelear; por ello será encerrado para que se ‘amanse’, posteriormente motilarlo, desbarbarlo y descrestarlo; entrenarlo por 15 días más y a los 8 días estará listo para el combate.


Espuelas, patapiojas, cera y lima son los instrumentos para calzar un gallo de pelea.
Además de medicinas y vitaminas que permiten el crecimiento fuerte y sano de un gallo (comprelan, ehematofox,complejo B, gallisin, maiz vernifigo, entre otras) y algunas para antes y después de la pelea las cuales evitan que el gallo sufra graves consecuencias o que el dolor sea más fuerte (asitromisil, ambramisina, entre otras) que deben estar debidamente selladas y esterilizadas para evitar infecciones.




En estos maleteros los gallos llegan a las galleras para pelear y triunfar o morir en medio de alaridos y apuestas para ser desechados en la arena.






Alexander Gallego: “Alex El Fontanero”
Gallero hace 14 años, criador de gallos blancos, su distintivo. Sus gallos pueden costar de $100.000 (golones) a $500.000 (peleados).
“En Colombia ya no existen razas puras, ya todas han rebajado su linaje, no dejando de ser buenos”
Condorito fue el gallo que más triunfos le dio a Alex con un total de 17 peleas, para finalmente fallecer de un infarto en su jaula con 10 años de edad “nunca lo vendí por que lo quise mucho, por ello se lo regale a mi hijo como excusa para no salir de él”
“Mi  papá me ha enseñado el mundo de los gallos desde los 3 años . Tres veces a la semana los entreno; les pongo botainas como boxeadores para que no se aporren con su contrincante” Steven Gallego, hijo de Alexander.



Miguel Ángel Urbano Urbano: “ El Huila” de Pitalito, Huila.

“Resulte en Antioquia por una mujer que me enyerbo”
 Le  gustan los gallos   desde que presto servicio militar  a los 19 años  en el llamado oriente lejano. Ahora posee más de 200 gallos que son cuidados por su hijo,  aunque él es el encargado de motilarlos y descrestarlos.
“A mi me gusta ver pelear los gallos y apostarle a los mios, puedo dar desde $300.000 a $1.000.000 por un gallo, pues  realmente para mí son solo un juego”
Para el gallo en la fotografía fue su última  pelea, aquel día callo muerto en el ruedo en una llamada pelea rápida.






Juan David Gómez Zuleta, 20 años .

Criador  y dueño de 25 gallos de combate a los que alimenta, cuida y entrena todos los días  como deportistas de alto rendimiento a las 9:00 AM . Su raza preferida es “el gallino” (cuerpo de gallina, cabeza de gallo) .
Su pasión por los gallos nació a los 12 años cuando salía del colegio  para la fonda “el chaparral”  a verlos pelear. Desde entonces los observa  y les apuesta. “A los 15 años tuve mis primeros gallos y ahora mi experiencia con ellos es amplia; conozco muchas de sus razas (asil, shamo, black game, gallino, etc)”.
A pesar de que ama los animales, no le da lastima ver los gallos  sangrar  pues  se convirtió  para él en una costumbre, una pasión y un juego que no puede negar al verlos en el ruedo.





El juez es el encargado de  anunciar la pelea, llevar el tiempo  de la riña   y de   cuidar el gallo.
El reloj de arena  comienza a contar, cuando el gallo esta  caído,  enredado o no pelea (el tiempo de estos relojes es de un minuto aproximadamente).
Antes de  la pelea  el juez limpia  el gallo con una mota de algodón y alcohol o limón. Limpia sus alas,  muslos,  pico y espuelas con el propósito  de que si el gallo   tiene veneno él se lo trague .













Sergio Andrés Sánchez Ospina -  24 años

Sergio comenzó con una pasión que al igual que el Atlético Nacional y lo perros se impregno en él de tal manera que a corta edad comenzó viendo las recochas en diferentes partes del municipio de Guarne, las peleas de Gallos fue una disciplina que poco a poco se fue tomando su vida, llevándolo a comprar gallos con el dinero del refrigerio del colegio.

Después, él dio a cuidar sus gallos al dueño de la gallera que más frecuentaba quien luego de un tiempo le pidió que se los llevara y así los trasladó para el patio de su casa, donde los cuida, los cría, descresta, desbarba, les da medicinas y vitaminas. Sergio les dedica la mayoría de su tiempo al igual que a su perro Zeus, quien vive con él desde cachorro, después de que le mataran,  a Damian, el perro con quien vivió durante 5 años. "Los animales siempre han sido mi compañia y por eso les dedico la mayoría de mi tiempo. Ellos me brindan mucha alegría" expresa Sergio Sánchez.

Él no solo cuida de sus gallos, también vende los  que enraza e  instrumentos para la pelea como lo son: Patapiojas, espuelas y cera; los cuales están entre 5.000$ y 10.000$ por par. La venta de estos le ayuda al mantenimiento y crianza de sus gallos "finos".




Uber  Goez “La Monjita” ( trabaja como mayordomo de una escuela en el municipio de guarne )
Él entra  al mundo de los gallos desde los  14 años. En el camino que lo llevaba al  colegio  había una gallera  en la que  le ofrecieron trabajo  como cuidador   de cientos de gallos.
Así se   enamoro de estos animales contagiándole esta pasión a su hermano Álvaro, quien ahora es dueño de una gallera en Guarne.
“ Yo quiero más mis animales que a la  mujer; pero cuando pierden  lo mato a él y a su familia ‘¡En la casa arreglamos riloso!’ es que en mi casa el que no sea bravo ¡adiós!”
Ahora tiene un gallo que es llamado por sus colegas “la maquinita” lleva 12 peleas y vive en Copacabana como papá. 












Colorado le gritaban todos los espectadores , mientras él en cada segundo que pasaba  se desangraba intentando vencer a su contrincante. A los 4 minutos quedo ciego, pero esto no lo detuvo; empato la pelea a los doce.













Ximena Oquendo H.
Reportaje Gráfico.

¡Me quedo con la marihuana!



Me siento algo cansada, agotada; tal vez lo que necesite solo sea un descanso o, mejor que eso, que mi espíritu desaparezca  de este mundo aunque no sea por mucho tiempo;  así que tal vez la mejor solución sea  fumarme algo de cannabis… sí, eso me podría alivianar… o no sabría realmente qué elegir entre tantos tipos de marihuana, lo que sí sé es que me llevara a otro estado; pero no es lo único que causa esto, también está el alcohol o las drogas sintéticas, cualquiera funcionaria, realmente ahora cualquier cosa sirve para drogarte. Aún no estoy segura de hacerlo, pues probarla quizás signifique quedarme en ella y que, al igual que muchos de mis amigos, se me convierta en una adicción infrenable.

¡Me quedo con la marihuana! Sí, es natural, nace se la tierra y no contiene cuanta cosa se le pasa por el camino a sus fabricantes… La podría combinar con muchas cosas, como mis comidas favoritas (tal vez con un hogao o con un poco de milo o tal vez podría hacerla en una rica torta de maní).  No, fumarla será la mejor manera de probarla, para sentir toda su esencia.

 Apruebo la marihuana y pienso que cada quien tiene derecho a utilizarla a su antojo; es algo que crece de la tierra y así como el hombre toma de cuanta cosa ve en la naturaleza, así mismo hace de esta su método de relajación; siempre y cuando tenga ya una personalidad definida, pues no estoy de acuerdo en que niños y adolescentes ya se desvivan por está, pues así como los tatuajes, las modificaciones corporales, el alcohol, entre otros deben estar en los cuerpos de jóvenes y adultos que tengan una ideología propia y consiente de lo que hace o deja de hacer y que consecuencias traerá.

No obstante,  puede ser real lo que dicen los médicos de que esta quema las neuronas y lleva a la pérdida de la memoria,  además de ser un producto depresivo; apoyo su teoría, pero solo si está es utilizada  en exceso. Considero que quien lo hace de cuando en cuando puede llegar a desarrollar mayor inteligencia, sin necesidad de convertirte en los llamados “ratones de biblioteca”. He sido testigo de muchos fumadores que han sacado los primeros puestos en los Icfes, los mejores promedios en sus universidades y que tienen vidas  exitosas; también de que quienes abusan de está y  terminan en la calle o en un centro de rehabilitación.

Así como cada quien decide lo que hace con su vida, siempre y cuando no le haga daño a nadie, considero un abuso de autoridad en las instituciones que castigan a los portadores de su método de relajación; golpean, maltratan, insultan igual que a basura por el hecho de tener esta dosis personal como si no fueran un ser viviente, para finalmente muchos de esos terminar fumándosela en sus cuarteles extasiándose de placer. Hablar de esto me recuerda una canción de cultura suburbana que muestra el abuso de las autoridades.

“Él desde chiquito siempre tuvo asma: Compró remedio caros que no lo curaban. Un día en una fiesta conoció a un rastaman le dijo marihuna, te puede ayudar: Le regalo semilla, le enseñoa sembrar de la primera cosecha lo empezó a fumar el ataque de asma ya no vino más por eso en su planta siempre conserva y con mucho cariño siempre las reaba (…) Una tarde como toda llegó de trabajar besó a su esposa, sus hijos y su mamá, se fue al jardín, se puso a regar, nunca se imaginó lo que iba a pasar, cuatro patrulleros llegaron al lugar armados para la guerra y con orden judicial derribaron la puerta, destruyeron el lugar, esposaron sus muñecas, no lo dejaron ni hablar delante de su esposa, de sus hijos y de su mamá  (…) Su madre murió sin poderlo visitar, su esposa angustiada no para de llorar cada vez que lo niños preguntan por papá. El dueño de la casa los corrió del lugar pues no había dinero con que pagar él se enteró de todo y en su celda lloro, tuvo un ataque de asma, su salud empeoro, pues tanto dolor no pudo soportar; sus ojos se cerraron y jamás volvió a despertar”. 

Ahora la marihuana se ha convertido en prácticamente un dios, al cual le dedican miles de melodías, muchas profundas,  poéticas  y algunas superficiales y vacías. Escucho mucho de esta música y la disfruto, aunque no haya experimentado ni una vez lo que ellos narran allí… y no sé si lo experimentaré.
Para terminar con este monólogo por el que tengo los ojos rojos por el cansancio que me posee y no por el humo de la marihuana que me relaja, me acostaré a dormir mientras sueño con aquellas cosas que vería bajo los efectos de María mientras estoy despierta.


Ximena Oquendo H.

Alirio: Un transportador que conocía su destino


Alirio Silva, un hombre dedicado a su familia y a su trabajo; educado, amigable, honrado, servicial, honesto, muy buen vecino, alto, moreno y de ojos verdes como la más fresca montaña de Antioquia. Él llevaba transportando el gas de Gases Caldas.

    Era 3 de febrero del 2005 cuando la familia Silva Sepúlveda se levantó como todos los días a hacer sus quehaceres; él termino de pintar un cuadro de bicicleta que tenía en su casa y lo llevo al trabajo; mientras tanto,  Nubia, su esposa se organizaba para llevar a los niños que cuidaba en el colegio Santo Tomas de Aquino; sus hijos: Eliana hacia el desayuno a su abuela Blanca y a Estiben, su hermano, para irse hacia El Carmen de Víboral; Elkin se organizaba para ir a ayudar en  el bus que se dirigía a Medellín y Cristian se bañaba y se organizaba mientras esperaba a que su padre regresara con el carro para irse a repartir gas con él por los municipios de Antioquia así como lo hacía cada mañana durante  un año y medio.

Alirio llegó al poco tiempo y salió con su hijo Cristian hacia el municipio de La Unión, hace mucho no viajaban hacia al Oriente Antioqueño pues su ruta siempre iba dirigida al norte de Antioquia.

 Blanca:
Yo me quedé hablando con Alirio la noche anterior, hasta las 11 de la noche.
Alirio Dice:
- Cómo le perece que me van a mandar para La Unión y yo tengo unos nervios, quién sabe que pasara por allá como no han pagado la vacuna y ya amenazaron a un compañero mío, quién sabe
- Mijito no se vaya por allá, usted que es bobo, quién sabe que hasta lo matan
- Pero si no voy, de pronto me echan y qué hago con estos hijos, para rebuscarme la panelita, tiene uno que someterse a lo que sea
Tenía una parrilla muy pesada en la casa que viví hace mucho acá cerca y tenía que transportarla hasta El Carmen donde vivo yo ahora.
Alirio hablando con Blanca Dice:
-          No, no se lleve eso, que yo mañana se la traslado, yo voy para el Carmen y se la llevo
-          No, mejor yo le  digo a estiben si me puede cargar la parrilla, si él es capaz.
Imagínese que yo salí de aquí con mi nieto y me fui a coger el carro para El Carmen, yo me fui y me senté en la autopista, agachada como ida, ya llevaba mucho rato, no sé cuánto la verdad, pero de un momento a otro  se me acercó una señora, conocida mía y me dijo…
 - ¿Qué le pasa doña blanca, qué hace ahí? hace mucho que la vi esperando el carro y ahora que regreso usted todavía está aquí
- ¡Ay! si vos vieras, es que tengo una cosa, no sé qué pero estoy como que ya me voy no quiero como irme ¿vos crees esto tan raro?
- ¿qué le pasa pues?
- ¡Ay, yo no sé!
Y ya ella se quedó ahí hasta que me despachó  ¡ella me le puso la mano al carro!

Eliana:
Eran las 10 de la mañana cuando me llamaron al teléfono de la vecina, por qué aquí en la casa no había.
-          --Necesito a su mamá urgente ¿está ahí?
-        --  No, ella no está, dígame a mí
-         -- No, nada solo que su papá tuvo un accidente
Me preocupé y quise saber por medio de la empresa qué había sucedido, pero en ese momento pasó Trinidad, mi vecina, llorando por la calle y le pregunté qué había sucedido y obtuve como respuesta, a mi papá lo mataron…

A mí se me fue el aire, yo no podía hablar nada, casi me desmayo; corrí a encerrarme en mi pieza…

Elkin:
Yo me madrugué a trabajar, estaba de ayudante en un bus, cuando me llamaron y de una me dijeron: “A su papá lo mataron”… Yo tenía que volver en el bus y yo le conté a Albeiro Montoya, mi patrón
-          No mijo, váyase tranquilo
-          No, yo subo con usted
Y me vine todo maluco, yo no sabía ni cómo devolver, estaba ido, maluco.

Nubia estaba en el colegio Santo Tomas de Aquino con Rocío, su vecina, acompañándola  a hacerles el flúor a los niños que cuidaban, cuando comenzó un misterio entre su vecina y su hija, Alexandra.

Alexandra:
Yo estaba estudiando, estaba haciendo 5 de primaria y en medio de la clase entro el portero preguntando por mí, yo salí extrañada y en la puerta me esperaba Paola, una amiga mía.
-          Alexandra…mataron a Alirio
-          ¿Cuál Alirio?
-          El papá de Eliana
 Inmediatamente me puse a temblar y a llorar. Recordé que mi mamá, Rocío, y Nubia estaban allá con los niños y quise correr a contarles pero era muy duro, porque Nubia estaba ahí y ella era la esposa.
-          Alexandra, ¿usted por qué esta tan pálida, que le pasó?
-          Mami, es que…
Me le acerque al oído y le dije:
-          Mami es que mataron a Alirio.
-          ¿Si es verdad? Mucho cuidado pero con eso no se Juega.
-          Sí, mamá.
Ella se puso pálida, muy nerviosa, Nubia lo notó y nos dijo:
-          ¿Qué paso?
-          Nada
Rocío se fue con rapidez a recoger a la niña que cuidaba, se fue descalza, casi desmayada; no sabía si le diría o no y prefirió no decirle nada a Nubia.




Nubia:
Yo vi un misterio entre Rocío y Alexandra, pensé que el misterio era un problema entre las dos y preferí alejarme y sin querer escuche: “¿cómo le decimos?”
Al poco tiempo Nubia toco la puerta del salón de Alexandra y le preguntó:
-         -- ¿Qué paso? Cuénteme, ¿es de mi casa?
-         -- No, no es nada malo…no es nada suyo.
-         -- Sí Alexandra, cuénteme hágame el favor
-          --Yo no soy capaz…Me  promete que va estar tranquila, que se va a  calmar
-         -- 
-          Vino Paola y me dijo que a Alirio…lo mataron
Nubia inmediatamente comenzó a gritar y a patalear, se quería tirar por el balcón del colegio. Dos profesoras y Alexandra la cogieron y trataron de calmarla pero ella no paraba de gritar en el piso ”¡No, Alirio no!”
Inmediatamente me fui para el salón de Alexandra.

Blanca:
Estando en mí casa sonó el teléfono de la vecina y nos mandaron a llamar, mi hijo Huber atendió la llamada y cuando volvió, vino todo triste…
- Mijo, ¿qué le paso?
- No amá, ¡a mí no me pasa nada!
- ¿Qué no le pasa nada? ¡A usted le pasa alguna cosa!
- No…
Después llamaron otra vez, y cuando menos piensa estaba aquí mi hijo Gonzalo y me dijeron
-          Mamá tenemos que ir a Guarne
-          Yo voy con ustedes
-          No, usted se queda aquí. Va a venir Delio y Senelia
Ahí sí que me confundí y me decía así misma ¡aquí pasa alguna cosa…aquí pasa algo malo, esto está muy horrible, quién sabe que será!
Y me decían dizque, ¡tranquila, no pasa nada, nosotros queríamos venirnos para acá!

Estiben:
Mis tíos y mi abuelo no querían decir nada, por no preocuparnos, hasta que nos digeron, ¡que sorpresa la que me lleve por allá! yo me puse a llorar, estaba muy mal; me cogió una desesperación y decidí volármeles a todos; al menos yo tenía plata, entonces decidí coger para mi casa.
 
Cristian:
Yo estaba cogido de la tarde, mi papá hacia si no rezar, era primera vez que yo lo veía rezar de esa manera. Salimos a la 7:00 am.
En el camino hacia La Unión, nos encontramos con el ejército, los saludamos y seguimos; al llegar a Mesopotamia, cuadrante cuarenta, vereda de La Unión, vimos ollas, bultos, morrales y carros alrededor de la carretera, las miré algo extrañado, sin embargo seguimos y a una hora ya al interior de Mesopotamia se nos para al frente un montón de guerrilla reclutada por alias Karina y nos dice:
-          Señor, no han pagado la vacuna, este carro lo vamos a quemar
Nosotros nos bajamos del carro y ellos nos sentaron retirados, vimos cómo le pusieron bombas al carro y también como explotó. Después de explotar, 3 de los guerrilleros: Uno moreno, con el rostro cortado, alto, flaco, sucio; una mujer, troza, bajita, de ojos claros, cara redonda, y colorada y otro hombre joven, bajo, gordo; sacan una pistola número 38  y le  dan un tiro en el pecho a mi papá, entonces les dije:
-          Déjenlo ir, quédense conmigo, yo les sirvo también
-          ¡Está muy machito home marica!
-          Si, muy macho
 Yo me desmayé… Al despertar vi que tenía las manos rajadas y con tiros en sus muñecas, después le pegaron uno en la pelvis y el en medio de su dolor me dijo:
-           Cristian, cuide a su mamá y a sus hermanos, ayúdelos
-          Sí, papá
Posteriormente sacan un changón y le pegan un tiro en el lado izquierdo de su rostro, eso le voló un ojo y la tapa de la cabeza,  lo tumbó y a mi salpicó sangre de él. Se paró de nuevo; yo sentí que él no quería irse, que quería vivir más, pero el último tiro lo derrumbó, se lo pegaron en la sien.

Luego me cogieron de los brazos y me amarraron para subirme atrás en una camioneta, pero yo me les tiré de ahí y me les volé, corrí y corrí hasta ver un bus y me subí en él entonces un ayudante me ayudó a meter dentro de una caja de herramientas hasta llegar donde el ejército, que me preguntó lo que había sucedido. Llamaron a mí mamá para informarle, yo no fui capaz de hablarle yo solo escuchaba los gritos a través de la bocina, no quería hablar con ella ni con nadie. No paso mucho para que mi mamá apareciera; estaba inconsolable, pero no la quería cerca, no quería a nadie cerca, no quería que nadie me tocara, tenía ira, rabia, impotencia, lo golpeaba todo, solo quería volver a ver a mi papá.
Cuando lo vi lo abrace y al poco tiempo llegó el carro de la funeraria, lo recogió y lo subió. Y me fui con él, no quería despegarme de él ni un solo minuto.
Eliana:
Cuando menos piensa en mi casa estaban tíos, amigos de mi papá y vecinos; la casa ya estaba llena y cuándo nos dimos cuenta de que a mi papá lo iban a velar en la funeraria divino Niño de acá de Guarne nos fuimos todos para allá.
Al rato llego mi papá con Cristian y mi mamá. Nos sacaron a todos para vestir a mi papá y mi mamá se metió por un huequito para ayudarlo también a cambiar. La pusieron la ropa que más le gustaba, una que ella lo había regalado; unas zapatillas negras, medias blancas, pantalón negro.
Cuando lo sacaron, me acerque y cogí su reloj, estaba en sangrentado  y con un hueco por una bala en su manilla, yo no lo quería soltar pero me lo quitaron y lo arrojaron a la quebrada.
Me tuvieron que sacar de la funeraria y doparme. Yo quería sacarlo de ahí e intenté romper el vidrio que tenía sobre su rostro.

Estiben:
Yo llegué a la funeraria, pero ya estaba muy tarde, ahí se encontraban todos y me apresuré al ataúd, no lo quería soltar, estaba destrozado: su cara se hallaba destrozada, estaba acabado hinchado, morado, estaba muy mal… el parpado izquierdo abierto, no tenía ojo, en lugar ojo tenía un algodón.

Cristian:
Yo solo pensaba en sacarlo de allá, incluso cuando lo estaban bajando del carro yo casi lo saco del ataúd yo le grité, ¡párese, de ahí!  No podía soportar que estuviese ahí, me dolía, la impotencia se apoderaba de mí. Me sacaron a la fuerza de la funeraria, me doparon, a mí, a mi mamá y a Eliana nos llevaron para el comando toda la noche, yo tenía una ira mayor, golpee las paredes, las puertas, no quería estar ahí solo, quería estar con mi papá.

Mi mamá y yo estábamos dopados, mi mamá lloraba mucho, pero estaba calmada y yo también lloraba mucho; me encontraba  muerto de ira, lloraba, gritaba, insultaba, estaba muy agresivo

Yo me tire a la bóveda, para que no lo metieran a él si no a mí y me subí hasta allá arriba y llegó la policía y me llevaron para el comando y me enceraron 3 horas y después me llevaron a la casa y me doparon otra vez, no puede ver cómo lo terminaron de enterrar, y al llegar a mi casa yo no podía dormir, pensaba todo el tiempo en él y en cómo ocurrieron los hecho, todo se me venía encima.




speRocío:
Entre y la gente no cabía en la sala, la gente solo decía que él estaba muy mal, que no parecía él y yo no fui capaz de ir a verlo, no quería ver su rostro así. Nubia y Cristian estaban muy mal, parecía que quisieran morirse.
A mí me daba muy duro su muerte; estaba muy nerviosa, temblaba. Él era un gran vecino, fuimos muy amigos, él se mantenía aquí en mi casa; venía a almorzar, a jugar con mis hijas  ¡no podía creerlo!

Alexandra:
Cuando salí del colegio a las 6:00 pm estaban muy mal ¡la familia, los amigos, todos!
Cuando llego Cristian estaba como ido, unos amigos y yo le preguntábamos que había sucedido y el sentado con las rodillas abrazadas y en un vaivén incesante decía: “es que mi papá… a mi papá le dieron un tiro en la cabeza, en el pecho...Lo mataron” Él no lloraba.
Cuando me le acerqué al ataúd a Alirio, no era él y ver que no tenía ojo, me traumatizaba…

Blanca:
Yo no fui capaz de verlo, me dolía mucho, era muy buen yerno. Ver a Nubia, mi hija así, me dolía mucho, yo no era capaz.
Después de varias horas, a las 4:00 de la tarde llevaron a Alirio a el cementerio con la caravana de personas que lo acompañaban

Cristian:
No podía permitir que lo enterraban, se tenía que levantar, no podía seguir así, cuando vi la bóveda: 0681 en la parte superior de la fila, me subí en la escalera y metí en la bóveda, él no podía ser enterrado, primero tenía que ser yo…
Mi mamá y Eliana abajo mientras tanto, abrazaban el ataúd con fuerza y gritaban que no se lo podían llevar. Él tenía que seguir con nosotros, no permitiríamos que nos dejara solos.

¿Después sería peor?

El ejército ese mismo día dio de baja a varios de los guerrilleros que se encontraban en Mesopotamia, otros se lograron escapar y tiempo después capturaron a alias Karina. Gases Caldas pasó a  llamarse Gases Antioquia meses después.
 Nubia duró 6 días sin conocimiento y tuvo la atención de diferentes médicos. Soñaba con él todos los días; soñaba que paseaba a su lado, así como lo hizo cuando él vivía. Se pasó de casa por  5 meses a la vereda 

La Playa del municipio de Rionegro. Su casa la ahogaba y perturbaba, los recuerdos no la dejaban vivir, pero dos de sus hijos no la siguieron; al regresar  no tenía los objetos de su esposo, se los habían robado en la casa en la que había estado.

Ella intentó suicidarse al ver la actitud de sus hijos, especialmente la de Eliana y Cristian, las peleas en esta casa no cesaban, las peleas entre todos aumentaban de manera vertiginosa, se quería volver loca. Ahora tiene 44 años.

Sueña con su suegra en varias ocasiones; se la imagina pidiéndole perdón por no recibirla a ella y a sus hijos en su casa por el hecho de ser prima y esposa de su hijo  Alirio, pero Nubia no la perdona y aún se llena de rencor  hacía la señora, que ahora está muerta.

Eliana también trató de quitarse la vida y en medio de su intento vio a su padre en el fondo de la casa, lo observó parado, fumando, como lo hizo siempre y con una mirada enojado, como ella nunca lo había visto; esto fue suficiente para nunca volverlo a hacer. Tiene 24 años de edad y dos hijos Isabella de 4 años y Ángel de 2 años.

Cristian duró 2 años sin dormir durante largas noches, el deseo de venganza se apoderaba de él, un mes estuvo buscando a Fernando Gamba, el jefe de Alirio, acompañado de cuatro personas del grupo al margen de la ley AUC pero nunca lo encontraron, del señor nunca se volvió a saber nada, aún lo espera. Él intento ingresar al ejército y matar a cuanto guerrillero encontraba, pero por tener un pasado como este y quedar reseñado aquel día como víctima de la violencia no lo dejaron ingresar. Él duro 1 año sin salir de su casa, un año en el que intentó suicidarse varias ocasiones, con cuchillos, venenos y ahorcamiento. Ahora, Cristian  tiene 23 años y solo sufre de crisis cuando toma, los recuerdos se apoderan de él y busca cualquier objeto que le haga daño y lo aleje de esta realidad.

Elkin ahora es conductor de bus en el municipio de Guarne, en el cual lleva sus pasajeros de Medellín a Guarne y viceversa.

Estiben ya tiene 17 años trabaja en una empresa de gases llamada Llama Gas en compañía de Abelardo excompañero de Alirio y espera cumplir la mayoría de edad para ingresar al ejército y "matar a todos los culpables" de la muerte de su papá, el odio y el resentimiento están en él, así como en Cristian, su hermano.


Ximena Oquendo H.